El panorama energético de Argentina: 20 años de desafíos y oportunidades

Por Eduardo Lema – CEO de Servicio Satelital S.A.

En esta oportunidad nos encontramos para reflexionar sobre estos últimos 20 años en el ámbito energético en nuestra querida República Argentina.

Si bien no puedo ni debo emitir opiniones en presencia de las destacadas personalidades del sector que seguramente lo harán de manera más apropiada que yo, me animo a resumir esta fructífera relación desde la perspectiva de una industria estrechamente vinculada al sector energético y con una interacción dinámica.

Las últimas dos décadas han sido testigos de un esfuerzo constante, desvelos e incertidumbres en el sector energético argentino. Nos enfrentamos a un mercado cada vez más exigente en términos de demanda de energía, pero con una amplia gama de opciones disponibles: Vaca Muerta, transición energética, litio y biocombustibles.

En este sentido, también hemos sido testigos de un reclamo compartido en la industria energética, similar al de las telecomunicaciones: la necesidad de regulaciones claras, estables y confiables.

En el evento Experiencia IDEA Energía 2023, celebrado los días 19 y 20 de abril en la ciudad de Neuquén, se abordaron las preocupaciones, reclamos y logros que actualmente ocupan la atención del sector.

Es importante destacar que el potencial de Vaca Muerta no es ninguna novedad, pero como se mencionó en el evento, no es suficiente con aumentar la producción. Es igualmente importante contar con un marco regulatorio que establezca pautas claras, confiables y a largo plazo.

A pesar de que el sector funciona relativamente bien a pesar de los vaivenes económicos actuales, la industria de los hidrocarburos necesita una política macroeconómica estable para desplegar todo su potencial y atraer inversiones en el momento oportuno.

Por otro lado, los proyectos de litio, así como los parques eólicos y solares, junto con la producción de biocombustibles como el etanol y el biodiesel en Argentina, reflejan la tendencia mundial hacia la descarbonización y el uso de energías renovables como respuesta al cambio climático. La producción de energía verde se ha establecido firmemente y posee un enorme potencial en nuestro país. Sin embargo, aún queda mucho por hacer, desde el impulso de los biocombustibles hasta el desarrollo de la producción de hidrógeno verde.

Desde Servicio Satelital S.A., hemos estado apoyando con entusiasmo a la industria energética, buscando siempre las soluciones técnicas y económicas más adecuadas para llevar las telecomunicaciones a donde más se necesitan, especialmente en áreas rurales. Hemos desplegado conectividad en lugares donde las redes terrestres no llegan o donde su implementación resulta costosa y lenta.

Al igual que el mercado energético, el mercado de las telecomunicaciones por satélite ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años. Hemos presenciado el lanzamiento exitoso de satélites de alta capacidad (HTS, High Throughput Satellites) y el enorme crecimiento de plataformas terrestres adecuadas para su interacción con esos satélites.

Esta combinación nos ha permitido llevar, por ejemplo, conectividad de alta velocidad a las locaciones de perforación, algo impensable hace unos años. Recuerdo cuando, hace aproximadamente 25 años, en mi querida Petrolera Argentina San Jorge transmitíamos partes de perforación a 9600 baudios utilizando tecnología Vsat (Very Small Satellite Terminal) en el yacimiento El Trapial de Petrolera Argentina San Jorge. En aquel momento, esto era revolucionario. Hoy en día, tasas de transmisión de 30 o 50 Megabits por segundo son algo común.

Desde mi perspectiva, nos encontramos ante dos industrias que avanzan en paralelo, interactuando estrechamente, donde el desarrollo de una tiene un impacto significativo en la otra. El desarrollo de nuevas zonas de explotación, sin importar su ubicación, se volvería difícil sin una infraestructura de comunicaciones acorde a las necesidades del momento.

Al igual que el consumo y las necesidades energéticas continúan creciendo, también lo hacen las demandas de ancho de banda y soluciones integrales. Actualmente, la conectividad se ha convertido en un servicio imprescindible y lo más importante es que satisfaga las necesidades del usuario, sin importar si se implementa a través de fibra óptica o satélites.

Cada tecnología tiene sus características distintivas: la fibra óptica ofrece altas capacidades de transmisión y baja latencia, mientras que los satélites GEO (geoestacionarios) ofrecen una gran disponibilidad y capacidades de transmisión. Ahora, también están surgiendo en el ecosistema servicios basados en satélites LEO (de baja órbita) con una notable reducción en la latencia en comparación con los GEO.

En resumen, el sector de las telecomunicaciones está experimentando un crecimiento acelerado con una amplia gama de tecnologías complementarias que rara vez compiten entre sí, salvo en algunas ocasiones destacadas. Desde nuestra perspectiva, tanto la industria energética como la de las telecomunicaciones tienen mucho que aportar al crecimiento de Argentina como país productor y generador de empleo altamente calificado.

Como mencioné al principio, si logramos generar confianza en los inversores y mantener reglas claras, estables y sostenibles a lo largo del tiempo, seguramente podremos visualizar otros 20 años de crecimiento en ambas industrias.

Prensa Energética – Edición 20° aniversario – Julio/Agosto 2023 – Nota de tapa

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